Acción terapeútica: Inmuniza contra el virus de la gripe por un año completico. Licúa el colesterol malo en las venas. Arrasa con posibles taponamientos de nicotina. Mejora hasta un treinta y siete por ciento los posibles casos de leucemia.
Tratamiento: Sumergirse en una tina para ablandar la epidermis con un baño de leche de burra, maserado con hojas de espinaca e hidratado con un poco de ají molido. La leche de burras contiene dos enzimas que vienen juntas, una encima de la otra, y pueden ablandar una caja fuerte, y con la espinaca damos a la epidermis un poco de hierro y el ají molido es muy bueno para la regeneración de los tejidos y pa la salsa de bacalao, no así para frotarse por culo si teneis hemorroides. Una vez que se ablandan los granos reventarlos uno por uno. Luego cubrir el cuerpo con harina, eso sí, no usar harina leudante porque pueden crecer de vuelta.
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Tratamiento: Mezclar una décima parte de agua, un treinta por ciento de alcohol fino, un veinte por ciento de agua de azaar y un cuarenta por ciento de ácido industrial, con eso te harás los buches. Antes de los buches debes frotarte los dientes con una esponjilla de bronce llena de vidrio molido y arena pa remover el pringle. Si sigues con problemas hacer unos buches con orín antes de dormir, que es desinflamatorio, anticéptico y muy bueno pal esmalte.
Efectos colaterales: Sentirás que satanás te frota las encías por su entrepierna cuatro días después de haberse afeitado el cavado, creerás que has metido el morro en una pulidora industrial, llorarás como una magdalena, te cagarás en papá noel y en los tres reyes magos.
Síntomas: Mano color violáceo, pérdida de fuerza, inflamación.
Tratamiento: Con una jeringa subcutánea inyectar una pósima que contiene: laudono, aceite vegetal, jugo de piña, leche de coco, alcohol de arroz y estragón. Los tejidos se van momificando y adiós a las bacterias.
Tratamiento: Llenar un recipiente grande con lejía (lavandina) poner el morro como pa chiflar cabras y le hundes entero unos diez o quince minutos, eso te secará todo.
Efectos colaterales: Sentirás que un científico loco salido de una película de ciencia ficción te sutura los labios sin anestesia con una aguja al rojo vivo, gritarás, llorarás, berrearás como un marrano y te cagarás en la iglesia y sus cardenales.
Tratamiento: Apio y fuerza de voluntad. Por cada pitio que fumais os meteis una rama de apio por culo, y la fuerza de voluntad para mantenerla adentro lo que dure el pitio completo, teneis que hacer la firme promesa de no sacarla antes. En caso de adicción a los habanos en lugar de una ramita de apio probar con un zapallo.
Tratamiento: Cojeis una cucharada de jugo de limón y mézclala con una taza de pis, pero debeis procurar conseguir orín con mucho, pero que mucho olor a amoníaco, bién ácido, ese orín que arde y os deja la picha hechando humo. Pero el mejor es el orín de yonki, alguien adicto a las drogas, porque la orina enriquecida con químicos ilegales es milagrosa. Beberlo de un sorbo. El ácido ingerido es superior al que segrega tu diafragma y esto provoca la desinflamación y posterior desaparición del tejido ulcerado. Si luego sientes frío y temblores, no es una reacción adversa, simplemente ahora eres adicto a la heroína.
Tratamiento: Sentarse sobre una maceta con tierra negra en cuyo interior tenga lombrices. Esperar. Luego de un rato la lombríz solitaria saldrá a juntarse con sus amigas.
Tratamiento: Prepara un brebaje con jugo de limón, alcohol y unas gotitas de ácido muríatico (unas mil gotitas) y un poco de leche de coco para suavizarlo. Meteros por culo con un compresor hasta que notes que te chorrea la naríz, entonces te sientas en el retrete y dejas que la gravedad haga lo suyo, ya verás que no queda nada de nada. Eso sí, si observas que salen unos pedacitos de carne, pues trata de meterlos dentro de nuevo, que es el intestino.
Efectos colaterales: Sentirás que te entra una locomotora al rojo vivo y monta una fundición de acero en tu estómago, los jugos gástricos entrarán en ebullición y sentirás que estás embarazada de un incendio de proporciones apocalípticas, como si te hubiera preñado un volcán, llorarás como una marrana y te cagarás en la santísima trinidad.
Síntomas: Los poros de la piel se cierran. No se liberan toxinas por medio de la transpiración, y éstas circulan todo el tiempo por el torrente sanguíneo dejandote medio tonto.
Tratamiento: Procurar una vía que deje drenar el sudor, para esto nada mejor que la zona de los pies. Debés procurar abrir los poros de los pies. Poneis el horno a doscientos cincuenta grados y una vez caliente meteis los pies dentro, procurar eso sí poner una olla o fuente dentro pa juntar el sudor que caiga y tomar líquido pa evitar la deshidratación, algo con mucho minerales, como el orín, que repone minerales, sales, nutrientes, vitaminas a y b uno, b dos, b cuatro, aporta calcio, hierro, fósforo, cinc y tiene más omega tres que un kilo de atún.
Tratamiento: Ponés en un vaso treinta por ciento de alcohol fino, veinte por ciento de orina de cabra, diez por ciento de agua en la que habrás hervido previamente unas hojas de acelga y cuarenta por ciento de ácido para baterías. Hacés buches por no más de treinta segundos, escupes lo que queda por los agujeros que se te han formao en la mejillas y luego le darás un golpecito a la muela que está malita con un formón y se desprenderá sola.
Efectos colaterales: Sentirás que acabas de soplarle la polla al mismísimo satanás que prometió avisarte cuando se viniera y el cabrón no lo hizo, creerás que la cabeza se te cocina desde adentro, llorarás como una colegiala llamando a tu mamita y te cagarás en los últimos días del papa.
Tratamiento: Con un clavo esterilizado de seis pulgadas y un martillo estimulamos los puntos nerviosos. Si sangra, desinfectamos orinando la zona en cuestión, ya que el orín contiene una enzima que arrasa con todas las bacterias a la vez, proporciona nutrientes y vitaminas que ayudan al tejido epidérmico. Dejar el clavo puesto de por vida, se recomienda usar pantalones cortos.
Síntomas: Dolor de naríz de tanto oler el fétido aroma que emana del pete, que se pone como una berenjena de color negro y como un grano de maíz en época de cosecha.......... por el tamaño.
Tratamiento: Cogemos un puñado de ortigas y frotamos la polla hasta que salga lo negro, cuando queda un poco rosadilla, que es el color de la piel nueva, allí mismo hechar un buen chorro de ginebra pa sacar la infección.
Efectos colaterales: Sentirás que le estás entrando por culo a la oveja preferida de lucifer, que te estás follando un horno de fundición industrial, llorarás como una magdalena, como un niñito perdido en la playa llamando a tu mamita.
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