Supuración peneana
Tratamiento: En un vaso pones alcohol, alcanfor y jugo de limón, que es un gran gran astringente, luego cojes una manguerilla pequeña y te la introduces en el huequito de la polla, ahí nomás tomas un generoso sorbo del preparao y lo escupes con fuerza por la otra punta de la manguera, de manera tal que penetre bien la zona. Hacer tres aplicaciones por día.
Efectos colaterales: Sentirás que el mismísimo satán te hace una enema peneana con lava volcánica, creerás que todos tus órganos se están disolviento ante el avance de la roca fundida, llorarás, gritarás, llamarás a tu madre y te cagarás en la iglesia y sus ministros.
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